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Fue el subsecretario de Seguridad, Sergio Rocamora, el encargado de anunciar que la posibilidad de que el provincia querelle a Molina, quien fue acusado por la Justicia por el delito de homicidio simple con dolo eventual. “Hablamos ayer con el ministro de Seguridad, Carlos Aranda, conmovidos por este hecho tan aberrante y decidimos que este hombre no puede manejar ni un triciclo, porque es un riesgo para la vida humana”, comenzó argumentando el funcionario.
De inmediato el funcionario agregó que “también pensamos en presentarnos como Estado en querellantes junto a la familia de la víctima, porque la Provincia tiene un interés público y la familia un interés particular. Así podremos lograr el máximo de la Pena. Además, le brindamos la gratuidad del abogado a la familia de Marianela para litigar contra el acusado para impulsar el proceso criminal”.
Esto significa que significaría, de concretarse, que el Estado llevará a juicio al conductor que está imputado por un delito que tiene una pena mínima de 8 años y una máxima de 25.
La muerte de Marianela provocó dolor e indignación y los funcionarios no quedaron ajenos a estas sensaciones.
La joven madre salió pocos minutos después de las 6 de este jueves en bicicleta hacia el centro de salud, para pedir turno con el fin de realizarse un control. A unas 15 cuadras de su vivienda, en las inmediaciones de Isidoro Bousquet y Buenos Aires, fue embestida desde atrás por Molina, al mando de un VW Gol.
No se detuvo al atropellarla, por el contrario aceleró y la llevó en el capot y arrastrando unos 100 metros. La dejó tirada, sin vida y se fue a su casa a dormir. La Policía lo despertó y lo detuvo.
Cuando le realizaron el examen de alcoholemia, los peritos corroboraron que Molina tenía 1,99 gramos de alcohol por litro de sangre. Lo permitido para conducir es hasta 0,50 gramos por litro.
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